16 de agosto de 2010

Corazón 2 - Mente 0

Parece que esto empieza a inclinarse hacia un lado de la balanza... El corazón se está poniendo pesadito y me está haciendo hacer y decir cosas que en otra ocasión o en otras circunstancias de mi vida, mi cerebro me habría impedido... Mi corazón me ha obligado a pronunciar esas 2 palabras que tanto cuesta pronunciar, pero que cuestan mucho más sentirlas... Y que sientan muy bien a quien las recibe, por cierto. Sí... le he dicho a Pablo: "Te Quiero"... hace apenas unos minutos que lo he hecho, por teléfono, aunque me hubiera gustado más hacerlo en persona y poder cerrar la situación con un intenso y romántico beso. Pero bueno, para eso ya habrá tiempo, pues la cita del viernes sigue en pie. Simplemente le he acallado cuando intentó hablar después de que mi corazón hablara por mí, porque no quiero que corresponda a mis palabras hasta que no lo sienta realmente o hasta que no esté realmente preparado... Hemos tenido un pequeño malentendido que cuando por fin lo hemos aclarado no he tenido otras palabras mejor que decirle que esas... Cobardía? Misterio? Intriga? Mentira? Amor? Obsesión?? Puff... Hagan sus apuestas!
Mi mente me sigue diciendo que soy un iluso, que me he precipitado, que lo conozco hace 3 semanas, que es imposible que sienta algo tan profundo por él, que simplemente estoy enchochado... Pero mi corazón está gritando mucho más alto que mi cerebro y dice que todo va a salir genial y de hecho estoy muy ilusionado y muy contento con todo lo que está pasando en mi vida... Nunca una tetería había sido un lugar tan especial como lo fue el sábado día 7. Nunca un breve trayecto en moto había sido tan emocionante. Nunca un beso había sido tan intenso. Nunca una sonrisa me había embriagado de esa manera. Nunca unos fuegos artificiales habían sido tan mágicos. Y nunca el hecho de pronunciar esas dos palabras había sido tan dulce. Aunque le haya dicho que le quiero, él sabe que en el fondo le sigo odiando... Cada palabra, cada gesto, cada beso, cada mensaje, cada día, cada segundo le odio un poco más...
Definitivamente ese sentimiento que aporreaba mi puerta a conseguido echarla abajo y ha penetrado a una velocidad excesivamente vertiginosa... Si realmente tuviera razón mi mente, estaría perdido... Hoy por hoy ya no necesito estar con él para saber que él está conmigo... ya no soy capaz de mirar a otra persona de la misma manera que le miro a él... Cada día es todo más intenso, y lucharé para que cada día venidero lo sea aún más...


PD. Te Odio...

No hay comentarios:

Publicar un comentario