30 de enero de 2011

Mi "yo" oscuro...

No sé por qué estoy aquí... No me refiero al famoso "¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?" Se trata de algo bastante menos metafísico. Me refiero a que no sé que hago aquí en el blog, cuando ni siquiera sé lo que puedo o debo escribir. Han ocurrido miles de cosas desde la última vez que escribí, pero no soy capaz de plasmarlas todas en este blog incluso aprovechándome del anonimato que me ofrece el blog para aquellas personas que no me conozcan (si es que hay alguna persona ajena a mi círculo de amigos que lee mi blog). He tenido una etapa de reflexiones, preguntándome si estoy haciéndolo bien, si todo el esfuerzo y el empeño que estoy derrochando se verá recompensado. De lo que sí estoy seguro es de que no quiero estar en Málaga, porque es el lugar en el que más soledad he sentido. Primero le dije adiós a Fuenlabrada y a todos los amigos con los que había crecido, pero aún era muy joven, y con apenas 12 años recién cumplidos llegué a Buitrago. Después también tuve que decirle adiós a aquel pueblo entrañable y odioso a la vez, mágico e infernal a un tiempo, para recibir sin el mayor apremio y con los brazos bien cerrados a Jerez. No tardé mucho tiempo en abrírselos, y no sólo los brazos, si no mi corazón también. Quizás sea el lugar en el que menos tiempo he permanecido viviendo, pero el lugar en el que más cosas he aprendido y del que mejores momentos me llevo.
La putada (me permito la licencia de decir un taco, pues este es mi blog), es que todo eso me resulta ya muy lejano, como si hubiera pasado ya toda la vida desde que vi por última vez a Sara o desde que le di un último abrazo a Adri. La he cagado con todos y cada uno dejando que el tiempo me los borrara de la mente y de las escapaditas y risotadas con la Raky, el Fran, Noe, Lolo, Koly e incluso Ezequiel, quedan ya apenas un susurro de recuerdo. Sólo consigo mantener firme el recuerdo de Adri y de Sara, que actualmente vive en Madrid, mi querida Madrid.
Los que antes consideraba mis mejores amigos me han acusado de ser mal amigo, mala persona, traidor e hipócrita. Y los que no lo hicieron y siguieron apoyándome y preocupándose por mí, incluso en la distancia, les tengo olvidados y abandonados.
Quizás haya 2 personas que me han impulsado a escribir la entrada de hoy y soy Adri y Eva.
El primero es porque hace una semana fue su cumpleaños y se me olvidó felicitarle, y aún no he tenido valor de llamarle y decirle cuanto lo siento y lo mucho que le quiero, que le necesito. La segunda es simplemente porque me manda mensajes de vez en cuando, se preocupa por mí y lee este blog, y la última vez que hablamos me contó una movida bastante gorda y no he tenido cojones de llamarla y preguntarle cómo salió todo al final. Es por eso por lo que muchas veces me pregunto por qué la gente se empeña en afirmar que soy un amigo estupendo y bla bla bla si luego hago este tipo de cagadas y paso de todo. Será porque al principio me entrego tanto con la gente que después pierdo el interés, o quizás porque simplemente no soy tan bueno como pensamos todos. En vez de llamar a Adri y disculparme estoy más ocupado hablando con Damián de su actual ruptura sentimental, que también es lícito, por supuesto, porque también es mi amigo, pero ¿y Adri? Que cuando me dejó mi ex tirado en Jerez fue él quién se vino a repartir curriculums conmigo por toda al ciudad. ¿Y Eva? Que me ha visto llorar varias veces y me ha dado algunos consejos que aún hoy recuerdo y que me han ayudado un montón.
Soy un egoísta y lo siento, pero todos lo somos. Nuestro entorno más cercano es el que más nos preocupa y concierne y lo entiendo perfectamente porque yo hago lo mismo. De vez en cuando nos preocupamos de los que están lejos y les llamamos para saber como están o simplemente actuamos desde las sombras y vemos su messenger y su tuenti para ver su estado y sus fotos nuevas y asegurarnos de que todo le va bien porque no somos valientes de coger el teléfono y preguntárselo directamente. Eso me ha pasado con Yani, con Kris (además de algunas broncas) y sobre todo con Ana. Con mi Ana...
Me vais a disculpar pero no me apetece seguir escribiendo. Me tengo que concentrar de nuevo en llevar mi vida de egoismo, leer vuestros mensajes y pasar de ellos, no responderos, sembrar veneno entre los que siempre me habéis querido, seguir estudiando par alcanzar mis metas malévolas y egocéntricas y preocuparme únicamente de los que tengo cerca y pasar de escribir aquí para que todos veais la clase de persona que siempre he sido, para que así no haya más acusaciones sin fundamento ni más cosas que echarme en cara.

PD. Adri, lo siento.

8 de enero de 2011

Sonata de medianoche.


"La noche más cerrada y oscura que había visto jamás se cernía altanera sobre mi cabeza. Mis pasos resonaban contra las frías paredes de los edificios que se alzaban indiferentes a mi rabia. Golpeé una pared con el puño y, después, otra más, hasta que cedí por el dolor de mis nudillos. Me mordía las lágrimas, una por cada zancada que daba. Vi un grupo de jóvenes alejarse por un pasaje a una calle paralela, riendo, cantando villancicos, con graciosos sombreros de bufones y payasos, oía el eco de los cascabeles sobre sus cabezas y después un gran silencio que hizo recordar que estaba sólo, completa y deprimentemente solo. Instaba a mi subconsciente a reprimir las lágrimas, aligerar el paso y llegar a casa cuanto antes, para simplemente dormir y despertar cuando todo hubiera pasado. La protección que me brindarían mis sábanas acabaría con el dolor que tenía en el pecho.
Noté una presencia a mi espalda y me giré ligeramente para observar. Vi una figuras alta, con traje negro de cuya espalda se alzaban dos inmensas alas y una capucha que le ocultaba el rostro. Inmediatamente eché a correr como alma que lleva el diablo, sin seguir un rumbo fijo, deambulando entre calles que apenas me resultaban familiares mientras todo se hacía cada vez más oscuro. Sabía que aquel ser me perseguía y no se detendría hasta capturar mi alma.
Tras lo que parecieron horas me detuve al girar por un callejón, me pegué a la pared, entre las sombras, y esperé. Tan sólo pude oir los golpecitos que mi corazón hacía contra mi garganta. Asomé ligeramente la cabeza y me cercioré de la soledad de la calle. A lo lejos, muy lejos, otra sombra también alada, esta vez vestida con un traje blanco como la nieve. Emitía un débil resplandor y sostenía un candelabro de 3 puntas en la palma de su mano, con una tremenda agilidad que me pareció imposible. Aquel ángel giró la cabeza embuelta también en una capucha y dirigió la mirada directamente hacia mí. Hizo un además de dirigirse hacia mí, supo que no escaparía de él, pero finalmente me hizo un un gesto con la mano para que me acercara. Y así lo hice. Lentamente salí de mi escondite, entendiendo que la luz del candelabro calmaría la furia del abandono que me embriagaba. Sabía que aquella figura que se alzaba impasible en el centro de la calle sería mi salvación.
Pero de repente, apareció tras de mí aquella sombra negra que me había perseguido anteriormente. Corrí con el corazón a punto de abandonar el lugar en mi pecho y sentí impotencia de que mis piernas no pudieran ir más deprisa. Al mismo tiempo, la sombra oscura alzó el vuelo extendiendo sus magníficas alas y se lanzó en picado hacia mí. Cuando faltaban apenas unos metros para alcanzar la luz del candelabro tropecé y caí de bruces sobre el suelo mojado. La sombra blanca echó a correr hacia mí, por fin, a la vez que el ángel oscuro hacía lo propio. Fui incapaz de levantarme del suelo y la inconsciencia comenzaba a hacerse notar en mi cabeza. Cada vez veía más borroso, pero antes de que quedara sin conocimiento alcancé a ver como ambas figuras se llevaban las manos a sendos extremos de la capucha. Comenzó a sonar entonces la sonata que encabeza esta entrada, comenzó allí, en aquel claro de luna, mientras ambas figuras aladas apartaban su capucha y dejaban su rostro al descubierto. Ambos eran Damián."


La única explicación que encuentro a este sueño que tuve anoche es que Damián es una persona realmente importante para mí. No salimos juntos en nochevieja porque decidió quedarse finalmente con su familia para después salir con su reciente y actual novio, Alberto. Ayer nos vimos durante unas horas y poco después, por la noche soñé eso. Creo que la figura negra de Damián es el rencor que tenía por él, por el palo de no haber venido a mi casa en nochevieja y por el palo de no haberme dado señales de vida durante 7 largos y duros días. Por otro lado, la parte blanca, representa que muchas veces, la única persona que puede salvarte de la oscuridad, de la distancia, es precisamente la misma que ha provocado esa situación. "A veces la única persona que puede secarte las lágrimas es la misma que te hizo llorar".
Ya está todo hablado, solucionado y perdonado. Espero que no se vuelva a repetir una situación similar.


Hablando de otra cosa... Los reyes vinieron pobre, apenas un poster magnífico que presidirá mi habitación hasta el fin de los tiempos, detalle de Eli, mi compañera de trabajo. Pero os detalles no terminan ahí. Un pequeño número de besos en una calle tras cenar el día de la cabalgata de los Reyes Magos y una pulsera que acabará quemando mi muñeca.
Vaticino un abandono, pero no es un abandono personal. Me refiero al blog. Ha comenzado la segunda evaluación, y debo aplicarme para mantener las estupendas notas que obtuve durante el primero. Creo que estaré más calmado los próximos tres meses, hasta las próximas vacaciones de Semana Santa, pero no creo que pueda escribir con la frecuencia que a mí me gustaría. De todos modos, intentaré manteneros informados. Aunque habrá 3 personas a las que le tendré un hueco por encima incluso de lo que considero más importante de mi vida: mis estudios. Y las iniciales de dichas personas son N, S y D. Que se de por aludido quien lo crea conveniente.
Lo dicho, millones de besos a todos y hasta la próxima entrada, porque, como he dicho, estaré liado con los estudios.
¡Un abrazo para todos y buena suerte!


PD. Feliz Año 2011 a todos!