1 de diciembre de 2010

El Síndrome de Peter Pan

Ayer volví a verle... ¿A quién? Pues a Raúl... Entró por la puerta de atrás, la de la cocina, como de costumbre, contoneando inconscientemente el aura de belleza que mis pupilas dibujaban juguetonas a su alrededor. Sus ojos brillaron al encontrarse con los mios y de mi boca salió un suspiro casi sexual cuando pronuncié su nombre. Me guiñó un ojo, como solía hacer siempre que nos encontrábamos y se limitó a sonreirme sin retirarme la mirada. Si las circunstancias hubiesen sido diferentes podría haberle mantenido la mirada durante horas... Nunca me cansaría de mirar sus ojos color miel, su pelo corto castaño, rebelde sobre su cabeza y esos labios... ¡Y sus manos, madre mía! Que manos tan masculinas y sensuales. Retuve sin saber cómo la sangre en mi cabeza para que no se distribuyera por otros musculos de mi anatomía e intenté concentrarme en mi trabajo, pero resultaba difícil con una mirada tan apetecible clavada sobre mi perfil. Intercambiamos algunas miradas, gestos sexuales con la lengua casi imperceptibles para el resto de los mortales, pero no para mí. Esperó a que mi jefe le pagara por la mercancía que había traido y se alejó hacia la puerta trasera cuan deseo encarnado en una moneda cae hacia un pozo sin fondo. Su silueta se desdibujó tras la intensa luz del día y volví a la realidad, como si de un intenso sueño se hubiera tratado. Mi ritmo cardíaco volvió a su estado normal y mis manos dejaron de emitir ese temblor inconsciente que había entorpecido mis tareas los últimos cinco minutos.
¿Quién es él? Simplemente un nuevo amor platónico, un amor creado por mi subconsciente que me persiguiría en las noches de insomnio durante un tiempo indefinido, tal vez hasta que un alma real y palpable me robara los segundos dedicados a él. Un amor incierto, irreal y confuso lleno de falsas intuiciones y de vanas señales que hacían que tuviera incluso ganas de llorar. ¿Llorar? No esta vez... Ya era suficiente, ¿o no? No podía creer que no hubiera madurado ni siquiera un poquito desde la última lágrima. Yo, tan maduro y adulto, con el alma envejecida por mis obligaciones, siendo aún un niño encerrado en el cuerpo de un adulto... ¿O es al revés? Quizás solo soy un adulto encerrado en el cuerpo de un niño. Quizás simplemente me perseguía el síndrome de Peter Pan, creciendo sin parar pero sin querer ser mayor, queriendo ser siempre joven aunque pasaran cien años. Quizás eran esas falsas esperanzas y anhelos los que alumbraban tímidamente la oscuridad que se cernía sobre mí.
No creo que de fruto alguno la no-relación que mantengo con Raúl... De hecho, no creo que de ni tan siquiera una semilla. Pero la ilusión y la infinita esperanza sigue ahí, como la sombra juguetona del niño que no quería crecer, actuando por voluntad propia sin hacer caso de las instrucciones de su creador, cuan monstruosa creación fruto de una mentira. Campanilla me ayudará si caigo en el vacío. Siempre lo hace.
El sábado será un gran día, o al menos me queda la esperanza de que Edu así lo intentará, porque aunque sólo nos hemos visto una vez,  ya siento una ligera dependencia de él, de saber que el sábado me hará reir hasta la saciedad. Le necesito ahora mismo, aunque resulte complicado de comprender.
La Navidad se cierne sobre nosotros, pero se presenta tan imperturbable y oscura como años anteriores... La gracia de los mazapanes y las bombillas de colores se apaga con los años, y para mí, apenas lucen ya.
Mientras espero a que aparezca bajo el árbol la bolsita correspondiente de carbón, seguiré mirando hacia el cielo, hacia la realidad, desde aquí, desde el país de Nunca Jamás, siendo aquel niño que nunca quiso crecer y al que nunca le dejaron cumplir ese sueño.

2 comentarios:

  1. Como va el duelo mente vs corazón? en mi caso gano la Razón a la pasión jsjsjs!

    Como te va todo? espero que bien... me encanta tu blog mira que estaba pensando hacerme uno y mira que soy vaga para estas cosas jejeje! un besote EdU!! Te Queremos.

    Jenny

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  2. Me ha encantado d verdad...pero de verdad de verdad de verdad..me gstan mucho las metaforas y la reflexión y...todo!!

    Te quiero PP =)

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